EPOCA PRECOLONIAL
Los primeros habitantes de Timor fueron los cazadores-recolectores de raza australopiteca que se establecieron en la isla hace unos 14.000 años. A este primer sustrato étnico se agregaron en el segundo milenio a.C. las tribus austronesias que emigraron desde el continente asiático.
Coincidiendo con los albores de la Era Cristiana, las diferentes tribus fueron uniéndose entre sí hasta conformar una suerte de primitivas comunidades políticas autónomas, a menudo hostiles entre sí. Estas comunidades fueron evolucionando paulatinamente, aumentando sus territorios y pobladores, autodotándose de organización, infraestructuras e instituciones, hasta dar origen a los diferentes Reinos que en los siglos posteriores existieron en Timor, como el de Kupang, gobernados por Rajas (Reyes) o Liurais (Príncipes).
A fines del siglo XIII comienza a llegar a Indonesia la influencia islámica, debido al fuerte desarrollo del comercio marítimo de Sumatra y Borneo con los Sultanatos del Indostán, particularmente los de Delhi, Bahmani y Bidar.
LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS A TIMOR
A partir del siglo XV comienza en Europa la era de los descubrimientos geográficos y los viajes interoceánicos. La formación de los nuevos estados modernos, con la centralización del poder real y el desarrollo del comercio, demandan nuevos escenarios de expansión política y económica. A todo ello contribuirá además decisivamente el progreso técnico en la construcción de buques y la difusión de instrumentos de navegación hasta entonces no conocidos en el viejo continente.
Fueron los portugueses los primeros europeos que exploraron la costa occidental de África en busca en busca de una ruta hacia la India, a partir del reinado de Enrique el Navegante (1433 a 1460).
Sería Manuel I, que reinaría entre 1495 y 1521, quien lograría definitivamente llegar hasta la India. El 8 de julio de 1497 levaron anclas de Lisboa cuatro naves capitaneadas por Vasco de Gama con destino a la India, llegando el 20 de mayo de 1498 a Calicut, en la costa india de Malabar. La ruta quedaba, así, establecida.
Planisferio de 1502 en el que se muestran los viajes oceánicos de los navegantes portugueses en sus rutas hacia la India e Indias Orientales
El paso del Índico pronto fue explotado por los portugueses. Entre 1509 y 1515, Goa y Diu, en la India, y Malaca, en la isla de Sumatra. De este modo, por primera vez una potencia europea se establecía en el territorio de la actual Indonesia.
El turno le llegaría a Timor en 1511, año en el que se tiene noticia de la llegada de los portugueses, que construyeron un puesto comercial en Pante Macassar, en la costa nororiental de la isla.
También es un hecho histórico destacable que España fue la segunda potencia europea que llegó a Timor. La famosa expedición de Fernando de Magallanes, autorizada por Carlos I mediante las Capitulaciones de Valladolid de 22 de marzo de 1519, el primer viaje de la historia que efectuó una circunnavegación del globo, hizo escala en Timor el 25 de enero de 1522. Para esa fecha, tras haber tocado en Filipinas, Magallanes había resultado muerto en una escaramuza con los nativos y el mando de la flota había recaído en Juan Sebastián de Elcano. El de Guetarea se convirtió así en el primer marino español que llegó a Timor.
Juan Sebastián de Elcano, primer marino español que llegó a Timor en 1522
LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS A KUPANG
Pese a todo, los primeros europeos en asentarse en la parte occidental de Timor, en la que se encuentra Kupang, no fueron los portugueses, sino los holandeses. Ello no fue sino consecuencia de la situación política en Europa.
La crisis sucesoria de Portugal tras el fallecimiento de Sebastián I se cerró con la unificación ibérica de 1580. A resultas de la misma, Felipe II de España ciñó la Corona portuguesa, anexionando a sus dominios los del país vecino. Esta coyuntura propició que la guerra que desde 1568 mantenía España para sofocar la revuelta de las provincias holandesas que lideraba Guillermo de Orange, se extendiese a las antiguas posesiones portuguesas, ahora españolas, en el Océano Índico.
En 1613, siendo Príncipe de Orange Felipe Guillermo de Orange-Nassau, una fuerza holandesa desembarcó en la isla de Solor, al Norte de Timor, y tomó por asalto el fuerte que la guarnecía. Seguidamente, embarcaron y navegaron a través del mar de Flores hasta la costa sudoccidental de Timor y botaron anclas en el puerto de Kupang.
Felipe Guillermo de Orange-Nassau (1554 – 1618)
Ciudad, puerto y fuerte de la isla de Solor, que los holandeses capturaron en 1613
EL IMPERIO DE SONBAI Y LA COLONIZACIÓN DE KUPANG
A comienzos del siglo XVII, la mayor parte de los reinos tribales ahondaba sus raíces en el Wehali, un antiguo y próspero Reino situado a lo largo de la costa oriental, que había tenido su momento de máxima hegemonía durante el siglo XV. Era una Monarquía teocrática, puesto que su dinastía afirmaba su descendencia divina. También esta herencia divina justificaba que los Soberanos de Wehali fuesen los introductores de la agricultura en Timor.
El florecimiento de Wehali es considerado como la etapa dorada de la historia timoresa. Según las tradiciones locales, se atribuía a sus Soberanos los títulos de “Hijo de Dios” e “Hijo del Cielo”, este último en paralelismo con el título imperial chino.
En el último tercio del siglo XVI, tras la muerte de uno de sus Monarcas, el Reino fue dividido entre sus tres hijos varones, cada uno de los cuales recibió una porción de territorio en el que pasaría a ejercer su soberanía. La zona occidental de la isla pasó a denominarse Principado de Likusaen (Liurai Likusaen). La central, permaneció como Principado de Wehali (Liurai Wehali). Por último, la occidental, se convirtió en el Principado de Sonbai (Liurai Sonbai).
El Principado de Sonbai comenzó a alcanzar una rápida preponderancia política en el sector occidental de la isla debido, en gran medida, al dominio de las técnicas agrícolas de Wehali, poco conocidas en aquella zona de Timor, así como a su superioridad militar con respecto a otros reinos.
Monumento a los guerreros del Imperio de Sonbai, en la ciudad de Kupang. La superioridad militar de Sonbai sería un factor decisivo de su preponderancia política y posterior evolución durante la etapa colonial
Un testimonio histórico portugués nos da una importante información acerca de Sonbai. Se trata de un memorándum redactado por el Gobernador portugués de Timor en 1811, recogido en las Instrucções do Conde de Sarzedas. Gracias esta fuente documental europea, que confirma las tradiciones locales, sabemos que el Occidente de la isla, Servião, comprendía un total de dieciséis reinos, entre los cuales el más importante era el de Sonbai, cuyos Príncipes Soberanos adoptaban el título de Emperador. Entre los territorios del Imperio Sonbai, asimismo, se encontraba Kupang.
Lo cierto es que tanto la tradición local (l’Adat) como las crónicas europeas coinciden en atribuir a los Príncipes de Sonbai el título de Emperador. Los portugueses aluden al Imperador de Sonbai, mientras que los holandeses lo hacen al Keizer.
El Gobierno portugués de Timor, envió tropas a contener la irrupción holandesa. Pero, al mismo tiempo, logró el apoyo del Imperio de Sonbai. Sin embargo, en 1655, gracias a la habilidad diplomática y comercial por parte de los holandeses, Sonbai cambió de bando y volvió sus armas contra los portugueses.
Los holandeses continuaron explotando sus éxitos diplomáticos para ampliar su control de Kupang y del sector occidental de Timor. Ganada la influencia prevalente en Sonbai Kecil, se esforzaron por obtenerla también en Sonbai Besar, que terminaron por conseguir hacia 1760. El siguiente movimiento fue la reunificación del antiguo Imperio de Sonbai, en 1776, bajo el reinado de Alphonsus Adrianus Nisnoni, Príncipe de Sonbai Kecil.
A partir de 1815, la paz y actividad mercantil volvieron a hacer de Kupang el próspero puerto que había sido durante el siglo anterior. En esta época también tuvo lugar un paulatino desarrollo del poder colonial, asumido ya directamente por la Corona, en lugar de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. En 1859, reinando en los Países Bajos Guillermo III y en Portugal Pedro V, un tratado suscrito por las dos naciones delimitaría la frontera entre ambas, posteriormente revisado y modificado en dos ocasiones, en 1893 y 1914.
Buques de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, pintura de mediados del siglo XVIII
EL SIGLO XX: LA OCUPACIÓN JAPONESA Y LA INDEPENDENCIA DE INDONESIA
La Segunda Guerra Mundial supondría importantes y decisivas consecuencias para Kupang. En mayo de 1940, Hitler invadió Holanda y ocupó rápidamente el país, debiendo la Reina Guillermina y el Gobierno exiliarse en Gran Bretaña. A estos acontecimientos no tardaría en añadirse la conquista japonesa de Indonesia.
En efecto, a partir de diciembre de 1941, Japón entró en la contienda y desató una serie de enérgicas y simultáneas ofensivas contra Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda, una de cuyas consecuencias sería la total y rápida ocupación de las Indias Orientales Holandesas. El 25 de mayo de 1942 el Ejército Imperial Japonés hizo ondear por primera vez la bandera del Sol Naciente en Kupang.
La Segunda Guerra Mundial finalizaría en Asia con la capitulación nipona el 15 de agosto de 1945. Dos días más tarde, los nacionalistas indonesios liderados por Ahmed Sukarno, proclamaron la independencia de Indonesia.
En cuanto Sukarno proclamó la independencia, se daba una muy peculiar situación. Las tropas japonesas, si bien respetaban el armisticio, todavía permanecían en los archipiélagos. Por el contrario, las fuerzas holandesas aún no habían regresado para restaurar el Gobierno colonial. En medio de esta situación, el clamor por la independencia se extendió por todas las islas y archipiélagos con una fuerza inusitada. Si bien las autoridades militares niponas consintieron, en un principio, la constitución de las nuevas autoridades indonesias, la situación no tardaría en devenir insostenible y acabó en un enfrentamiento armado entre ambas partes.
Holanda tuvo al fin la capacidad de enviar un ejército a Indonesia, a partir del verano de 1946. Sin embargo, la paz estaba todavía muy lejos de llegar. Las tropas holandesas fueron incapaces de pacificar las islas y archipiélagos, la economía se estancó y el proceso emancipador indonesio se hizo irreversible. El 27 de diciembre de 1949 la Reina Juliana I de los Países Bajos firmó en La Haya el acta por el que reconocía la soberanía de Indonesia. Sukarno se convirtió así en Presidente de la República de Indonesia.
Juliana I, Reina de los Países Bajos de 1948 a 1980, estampando su firma en el documento que reconoce la soberanía de la nueva República de Indonesia. A su izquierda el Vicepresidente indonesio, Mohamed Hatta. Fotografía tomada en La Haya el 27 de diciembre de 1949